Deseo vs. Necesidad.

Siempre hemos tenido lo que necesitamos y aprendimos a sufrir por lo que deseamos o queremos.

La semana pasada compramos unos tenis para Juliana y esta semana me dice:

"Mamá, NECESITO mas zapatos!" A lo que respondo, hija cuántos pares de zapatos tienes?. Ella: Tengo Y zapatos. Yo: Ok, cuantos zapatos puedes ponerte cuando te los pones?. Ella: Dos, un par. Yo: Entonces, cuantos pares NECESITAS realmente?. Ella: Un par. Yo: Ok, una cosa es lo que NECESITAS y otra es lo que DESEAS. ¿Cómo te sentiste la semana pasada que compraste los tenis? Ella: Muy feliz mamá, me encantan! Yo: Y qué pasa hoy, te das cuenta que tu mente olvidó esa felicidad y te pide mas? Ella: Si, es como una cosita de que quiero masss!! (Risas) Yo: Está bien querer cosas hija, pero no está bien que las vuelvas una necesidad,

¿Ves la diferencia? Ella: ¡Uuuy, si mamá!  Y hasta se siente uno como raro. Yo: Exacto, cuando lo vuelves una necesidad, que realmente no existe, sufres, pierdes tu paz.  Porque tienes mas tenis, pero el deseo de otros, hace que no valores los que hay y entonces no te sientes satisfecha con lo que tienes. ¿Lo ves? Ella: Si mamá, ¿Tenaz no? (Ojos abiertos como búho) ... Nos reímos en una tranquila complicidad.

Y así, esa conversación me sirvió para ejemplarizar el pensamiento de carencia que tenemos. -La eterna insatisfacción de la mente- Al final, siempre hemos tenido lo que necesitamos y aprendimos a sufrir por lo que deseamos o queremos. No lo malinterpretes, querer mas, en la medida que no sufras por no tenerlo y menosprecies lo que tienes, es "sano".

Definamos NECESARIO como algo vital, sin lo que no puedes desenvolverte en el día a día.

Ahora, -  ¿Estas sufriendo?, ¿No estas en paz?

-  ¿En este momento, por lo que sufres y te quita la paz, es necesario? 

-  Sufres o estas sin paz por cosas o personas que deseas tener?

(Y óigame bien, incluso sin tenis podemos pasar el día. ).

Haz una lista de lo que te quita la paz y clasificalo en NECESARIO y QUIERO. Verás cómo añades drama innecesario a tu día a día y si profundizas, también notarás cuán aferrado estas al sufrimiento que otorga el drama.